Sintiéndome atrapada entre la ropa y el ruido
Dejándome desaparecer, ayudándome a ser más visible que nunca
Con este silencio que esta vez sí va a parar a las cuerdas vocales de un eco arrancado a empujones
Antes no sé lo que era pero ahora parece un puzzle, con piezas canallas y clasistas
Huelen a momentos que se quedaron olvidados y nadie se digna a reconocerlo. Se enzarzan en la palabra y restringen el pensamiento
Mi cuerpo entero que contiene el hambre de años, la sed de siglos a punto de saltar, lo inalcanzable...
En uno de esos momentos paranoides, donde se me descarga la irrealidad
Pisó un papel mojado y al leerlo recordó que había sido parte de aquel teatrillo de marionetas
Bocados que sesgan de cuajo cualquier ironía de la vida
Salgo a la calle que ahora forma un óvalo perfecto
Disipamos el sabor de su cuerpo mojado con nuestro terrenal olor
Tú siempre estarás ahí, en los recuerdos de las pantallas en blanco
Algunas veces recorre con su lengua piernas largas que ve por la calle
Su reflejo se mantiene inmóvil en el espejo, que al final es el que nos devuelve las miradas tal y como las inventamos, y por más que preguntemos, no nos dará las respuestas que en su día, exigió la madrastra de Blancanieves
Ella arquea la espalda sobre la cama y la luz se refleja en su boca entreabierta
Hay hombres que se mueren de indecencia cuando una muchacha se tambalea al pisar con tacones deslenguados
Los apuntes de tus cuadernos me escuchan gemir como si me faltara el tiempo
Mi mente se preguntaba si podría utilizar una fantasía en la cual introducir unos ojos lascivos de alguien que marcase el ritmo de mis caricias
El día a día me apresura hacia ti, hacia vosotros
Deseando vaciarme y contarte algo que quizás ya sepas
Me gusta escucharte temblar de emoción, como si algo te hubiese atrapado
Cada vez se ama más como se compra en las grandes superficies, con los caminos marcados y los sentimientos sabidos y casi siempre sin mirar hacia arriba
Cuando tu almohada mordisquea mi nuca con labios afilados
No distingo los finales, mi pluma sólo sabe de principios
Crece, hazte un hueco y llénate de mi ansiedad
Los labios que están en las bocas sangrantes de todas las botellas
Me apacigua por las noches el hacerme la ingrata frente al espejo y cuidarme, cuidarte, cuidarnos; como si siempre hubiese sabido donde acertar con el procedimiento y con la palabra
De ella dicen que deslumbra, que te deja sin habla con su canto de sirena. Trenza las historias que lee en las puertas de los baños esperando el futuro por venir para comérselo a mordisquitos
Se acabaron las luces dementes, la inventiva en los debates, disparar al blanco con polémica; imagine los relojes de Dalí insustanciales, como musas muertas, no mencione su ansiedad ni predique la oración de las cenizas, que para instalarse en la ilustración del diario y subir por la escalera hacia la dispersión siempre hay relojes que nos acechan retraídos, manejando las agujas con constancia, sin estímulo, tomando el pulso a esta sociedad carnívora
En estos momentos quisiera ser testigo de mi atrevimiento y decir cosas llenas de ternura, comenzar con un susurro, realizar el gesto salvaje...